Familias con hijos

Convivencia familiar

[vc_row][vc_column][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_tta_tabs][vc_tta_section title=»Vínculos afectivos» tab_id=»1″][vc_column_text]El apego dentro del contexto de la familia se define como el vínculo emocional estrecho que une a sus miembros.

Durante el embarazo se va iniciando una relación sobre la que se construye el vínculo afectivo entre el bebé y su madre. Este vínculo se establece de forma eficaz cuando la persona que cuida al bebé tiene una presencia estable en su vida, es sensible ante sus necesidades y le aporta los cuidados precisos. Así el bebé se siente seguro y gana confianza para explorar el mundo exterior a medida que va creciendo.

El apego del bebé a sus cuidadores (la madre suele ser el objeto principal y primero de apego) comienza desde muy pronto y va haciéndose progresivamente más complejo hasta convertirse en la vivencia de un sentimiento mutuo de incondicionalidad. Los vínculos familiares se construyen cada día. Existen algunas estrategias que pueden favorecer este proceso son estar a disposición del bebé, no sólo para atender sus necesidades sino para jugar, por ejemplo; estar cerca y hablarle para que reconozca las voces familiares.

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Fuente: Extraído de www.ventanafamilias.es (Plataforma de apoyo a la crianza. Consejería de Salud y Familias)

[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»Separación y divorcio» tab_id=»2″][vc_column_text]Afrontar una separación o un divorcio nunca es fácil ni para la madre y el padre ni para sus hijos o hijas. Además, no es lo mismo separarse cuando los niños o niñas son muy pequeños que cuando son ya adolescentes. En cualquier caso, madres y padres pueden contribuir en gran medida a que sus hijos se adapten pronto y bien a la nueva situación familiar que se crea tras la separación.

No en todas las familias el divorcio se produce de la misma forma ni tiene las mismas consecuencias. En este sentido, aunque los problemas entre los dos miembros de una pareja tras su separación son muy habituales, es importante conseguir que se mantengan ciertos contactos y una buena relación porque aunque ya no son pareja, siguen ejerciendo su rol de madre y padre.

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Fuente: Extraído de www.ventanafamilias.es (Plataforma de apoyo a la crianza. Consejería de Salud y Familias)

[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»Pérdidas y duelo» tab_id=»3″][vc_column_text]La vivencia de la muerte de una persona querida puede ser uno de los acontecimientos más duros a los que nos enfrentamos en la vida.

Pasar el duelo de una manera sana, y seguir viviendo, asimilando esa pérdida es fundamental para el bienestar de todos los miembros de una familia, y en especial, de los hijos o hijas si los hubiere.

El duelo es algo natural, es la forma de cicatrizar la herida que deja la ausencia permanente de alguien a quien queremos. Es necesario, requiere vivir y aprender del dolor. Cuando se sufre una pérdida se recomienda permitir que tener y expresar el duelo, porque esto supone atender las necesidades emocionales de cada uno de los miembros de la familia.

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Fuente: Extraído de Programa de Salud Infantil y Adolescente de Andalucía. Consejería de Salud y Familias.

[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»Tipos de hogares» tab_id=»4″][vc_column_text]A nivel estadístico, se considera hogar al conjunto de personas que residen habitualmente en una misma vivienda. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las diferencias entre hogar y familia son que el hogar puede ser unipersonal, mientras que las familias tienen que estar formada al menos de dos miembros. Además, en el caso de los hogares multipersonales, sus miembros no tienen que estar emparentados, en el caso de los miembros de la familia, sí.

De otro lado, los hogares en los que existe un núcleo familiar pueden ser de cuatro tipos: pareja sin hijos, pareja con uno o más hijos, padre con uno o más hijos, y madre con uno o más hijos. Para formar parte del núcleo familiar de sus padres, los hijos deben estar solteros, no estar emparejados ni tener hijos.

Los tipos de hogar más frecuentes en España son los formados por parejas con hijos que conviven en el hogar; seguidos de parejas sin hijos; personas solas menores de 65 años; personas solas mayores de 64 años y madres o padres con hijos.

Según la última Encuesta Continua de Hogares 2018, el número de hogares en España ascendió a 18.535.900 como valor medio. Los hogares más frecuentes siguen siendo los formados por 2 personas (30,4%), seguidos de los unipersonales (25,5%). El número de hogares de cinco o más personas constituyeron el 5,7% del total.

En la comunidad autónoma, según el Instituto de Estadística de Andalucía, el número de hogares en Andalucía asciende a unos 3.210.000. Los hogares más frecuentes son los integrados por 2 personas (913.000), seguidos de los unipersonales (750.000), y de los formados por tres personas (685.000), cuatro personas (654.000) y cinco (207.000).

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Fuente:
Extraído de Encuesta continua de hogares. Instituto Nacional de Estadística
Extraído de Anuario Estadístico de Andalucía. Instituto de Estadística de Andalucía

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